Fernando Simón tiene pinta de ser un hombre tranquilo. Hasta cuando se tuvo que quedar en casa tras haberse infectado con el coronavirus su mensaje era tranquilizador. Es cierto que es un gran profesional y que tiene un inconmensurable currículo que le avala. Y, pese a todo, ayer confesó que está sorprendido de lo bien que están yendo las cosas en este país. “La incidencia está bajando más de lo que esperábamos”, afirmó. Un ataque de sinceridad que seguro que animó a quienes lo estaban escuchando ya que no es habitual en los profesionales la inclinación por el optimismo.