No entendieron el mensaje

el director de Educación de la OCDE compareció como experto ante los miembros de la Subcomisión del Pacto Educativo y después de afirmar que “los países más avanzados no politizan la educación”, recordó a sus señorías más debilidades del sistema educativo.
Partiendo del dato escalofriante del 31% de los alumnos que ha repetido al menos una vez antes de los 15 años, el triple de repetidos que en los países de la OCDE, sentenció que “la peor receta es dejarles pasar curso de forma automática” y apuntó como remedio que “hay que dar más apoyo a esos escolares porque los programas de ayuda se redujeron mucho durante la crisis”. Andreas Schleicher sabía que el único acuerdo sobre educación alcanzado en España fue dejar pasar de ciclo con asignaturas suspensas
Cualquier reforma educativa, avisó, debe contar con los docentes, “la calidad aumenta cuando hay un apoyo a los maestros” para los que pidió “más reconocimiento” que no necesariamente significa pagarles más dinero, sino valorar más su trabajo y potenciar su autoridad.
Recomendó “diversidad de itinerarios”, facilitar el camino hacia la FP, y lamentó la muerte de las reválidas que “son parte importante de la educación y envían un mensaje muy bueno sobre lo que hay que aprender y enseñar”. Por cierto, las reválidas fueron “expulsadas” del sistema educativo por una mayoría de políticos que las consideran clasistas y elitistas. Se ve que son más partidarios del buen rollito que del esfuerzo.
Schleicher dejó claro que el sistema educativo español tiene mucho trabajo por delante: “Si en un supermercado entran 100 personas y se van 36 sin comprar nada, el supermercado cambia su estrategia, pero en las escuelas nada cambia”, manifestó. Cambian, eso sí, las leyes de educación, siete en cuarenta años que arrojan estos malos resultados.
El mismo día 12, cuando este experto presentó el informe de la OCDE que refleja tantas deficiencias educativas y compareció ante la Subcomisión, los grupos políticos pactaban ampliar en seis meses más el plazo para el Pacto por la Educación. Este nuevo retraso es, cuando menos, vergonzoso e irresponsable, falta al respeto a profesores, padres, alumnos y a toda la sociedad.
No entendieron el mensaje, ni ven el papel determinante de la educación para la vida de los escolares de hoy en el mundo complejo que les espera. Su miopía obliga a concluir que las cosas importantes –y la educación lo es– no se deben dejar en manos de los políticos.