La ludopatía o el impudor de TVE

A Sócrates lo condenaron de forma injusta por ”pervertir a la juventud ateniense”. Aquí en nuestra España, los políticos caraduras, como mínimo, en aras de oscuros intereses toman decisiones que afectan al corazón de nuestra sociedad y que inyectan la perversión en nuestra juventud emponzoñándola a  través del medio más visto y con más capacidad de manipular a la población, La Televisión.
En enero de 2010 el Gobierno de turno  cortó la única fuente de ingresos privados de la ruinosa TVE al erradicar la publicidad a favor de las televisiones privadas. Fue el regalo de los Reyes Magos. El Gobierno pegó el cabezazo y, cínicamente, lo justificó diciendo que se hacía porque la Televisión Pública estaba concebida  por y para el ciudadano. ¡¡Cuánto sufren por nosotros!! En cambio, sí que me pareció muy bien la prohibición de anunciar tabacos y bebidas. Ello evitaba, en parte, su adicción. En España y en el mundo hay varios vicios que hay que combatir. Los hay que no se transforman en enfermedades, pero, en cambio, hay otros que si y que la administración tiene la obligación de combatirlos, como son: El alcohol, las drogas y el juego que, a su vez, se convierten en el alcoholismo, la drogadicción y la ludopatía, respectivamente. Casi todos conocemos, por algún conocido, lo trágico que puede llegar a ser el alcoholismo en un padre de familia generando malos tratos, desasistencia e, incluso, quiebra familiar económica y afectiva sentimental.
Pues, así y todo, hay que tener en cuenta que la drogadicción y la ludopatía son mucho más perniciosas socialmente, ya que atacan más directamente a la familia como célula base de toda sociedad.
Un alcohólico dentro de la tragedia, aún con una treintena de euros diarios para alcohol mantiene su vicio-enfermedad; pero el drogadicto o ludópata necesita cien veces más dinero para evitar el mono. Su enfermedad les llevará a maltratar agresivamente a su familia, robar en su propia casa para venderlo y delinquir para satisfacer su necesidad enferma.
El garante de la Salud Pública es, sin duda, el Gobierno y tiene obligación de velar por ello. Teniendo en cuenta la mala experiencia y la cantidad enorme de hogares rotos por la ludopatía cuando se implantaron las antiguas maquinitas de monedas de juego en los años noventa, los ciudadanos nos planteamos: ¿El por qué el Gobierno permite que se invadan nuestros hogares y penetre el virus del juego a través de cientos de anuncios televisivos ensalzando la bondad del juego y que, avalados por los descerebrados astros del fútbol como Neimar o Cristiano Ronaldo, nos ofrecen ganancias al instante? Incluso nos “regalan” un dinero inicial de enganche para apostar y perder.

 

La ludopatía o el impudor de TVE

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