Tal vez recordarán ustedes que, en vísperas de elecciones, en el programa de TVE “Tengo una pregunta para usted”, le preguntaron al señor Rajoy cuánto ganaba. El entonces candidato y hoy presidente, después de una pausa y varios “eh…, eh..., eh.., respondió “bastante más que usted”.
Ahora, a través de internet, llega la respuesta: entre lo que le paga el PP, lo que cobra como diputado, –presidente, desde noviembre–, y lo que sumó como registrador de la propiedad, sigue cobrando alrededor de un millón de euros al año. ¿La cifra marea? Pues lleva ingresados, a cuenta del contribuyente más de veinte millones de euros.
La noticia aparece en la revista Atlántica XXII, bajo el título de “Que lo registren” y al lado de una foto del presidente del Gobierno, con este “pie” que cubre toda la página: “El multimillonario que quiso ser presidente. Rajoy y el lobby de los registradores”. Insisto, está en internet, y no en “Pradva”.
Lo de registrador de la propiedad cobra relevancia en un momento en que se regula el sueldo de los altos ejecutivos y se machacan los ingresos de los profesionales
El artículo, que desarrolla la noticia, cuenta algo ya sabido: “El lobby de los registradores impidió, durante el mandato de Aznar y él de vicepresidente, que se modificara una solución preconstitucional que permitía a unos servidores públicos percibir por la prestación de un servicio, en régimen de monopolio, sus retribuciones directamente de los usuarios”.
Y es que lo de registrador de la propiedad –hay un millar de ellos en España que viven de registrar los bienes y fortunas de otros–, un caso único en Europa de funcionario en cuanto a prerrogativas especiales e ingresos, cobra especial relevancia en un momento en que se regula el sueldo de los altos ejecutivos y se machacan los ingresos de profesionales –maestros, médicos–, además de, tal como anunció Rajoy en el Parlamento el miércoles, promover un código ético, estético y razonable a los ediles según la capacidad de los ayuntamientos que gobiernan.
Con algo de suerte, y cuando el señor presidente acabe “recortando” los emolumentos del resto de los ciudadanos –sean jubilados, obreros, trabajadores cualificados o prestaciones para parados– tal vez acometerá la reforma del lobby al que pertenece tal como también le ordena Europa.
Y ahora – y también de internet– un chiste: “Si España siguen yendo mal, según las agencias de clasificación, y pasan tres meses o tres trimestres, ¿podemos rebajarle el sueldo al presidente y, si la cosa no mejora, ponerlo en la calle?”.
Mariano, toma nota.