ALGUNOS fabricantes de ratoneras ya se interesaron por el secreto que esconde el túnel coruñés de María Pita. Y es que si fueran capaces de pasar con la pasmosa facilidad con la que los camiones quedan atrapados en el paso subterráneo a sus trampas para roedores, tendrían el éxito asegurado. De cualquier modo, los coruñeses y los camioneros pueden estar tranquilos, el regidor herculino, Xulio Ferreiro, ya ha anunciado que de forma inminente se colocarán nuevas señales que adviertan a los vehículos altos de que no deben introducirse en esa vía. El inminente, los coruñeses ya saben que se puede traducir en dos o tres meses, dependiendo de dónde sople el viento, así que son legión los que ya evitan la carretera para no quedar atrapados en uno de esos atascos de magnitudes épicas que se forman cada vez que un trailer se empeña en empotrarse contra el techo del túnel. Y, eso sucede con mucha, muchísima frecuencia.