Sin menoscabo de la función que realizan farmacéuticos y farmacias, creo que el servicio nocturno es perfectible. Un ejemplo: en la noche del cinco al seis del corriente, extinto el faro de referencia de Farmacia Punín (por causa mayor, creo), ni una sola había desde el muelle hasta Caranza. Realmente medio Ferrol carecía de auxilio farmacéutico próximo.
En Caranza, una farmacia dispensaba a través de un torno protector, inhabilitando el pago con tarjeta a su través. Pagabas en metálico, o tenías que ir a un cajero. Un servicio limitado, sin contar con que faltara el fármaco necesitado, y tener que buscar otra aún más lejana. El servicio nocturno de atención farmacéutica se agrava más, todavía, en el ámbito rural de Ferrol, con unos desplazamientos considerables de los usuarios necesitados de tratamientos farmacéuticos, a veces con clara urgencia. De día hay muchas farmacias abiertas, y de noche se necesitan algunas más.