LOS sindicatos se quejan de su mala imagen entre los ciudadanos. Sus falcatruadas –las han hecho bien gordas– les parecen, como día Caneda, pataca minuta, que no debería haber provocado semejante desprestigio. Sin embargo, cuando se descubre que Fernández Villa, aquel histórico sindicalista asturiano que escondía bajo el colchón 1,4 millones de euros, cobra pensión por invalidez de más de 2.500 euros por un accidente en el interior de la mina que jamás se produjo, es normal que se desmorone el buen concepto sobre ellos. ¡Ah! en realidad el accidente fue un golpe con una caja de sidra estando de fiesta con ZP. ¡Angelito!