XULIO Ferreiro, el Varoufakis de A Gaiteira, se acuerda de vez en cuando de que existe Alvedro. Es lógico que no esté habitualmente en sus oraciones –oraciones laicas, por supuesto–, porque con lo que está haciendo el concejal encargado del aeropuerto, el filólogo Alberto Lema –destacado miembro del pelotón de los torpes de la Marea, nasía pa’ganá, del que solo se escapa un edil–, es mejor hacer como que en A Coruña no hay aeródromo. Pero resulta que cuando se le viene a la mente al alcalde no es para nada bueno; solo hay que pensar que acaba de reclamar la coordinación entre los tres aeropuertos; vamos, que ha hecho de eco de lo que reclama Martiño “2.0” Noriega, que sigue siendo el que realmente manda entre los alcaldes trivagos. La idea es que Lavacolla sea el centro y deje para A Coruña y Vigo los vuelos que no quiera. O sea o pan de bola para Santiago y las migajas para los demás. Como que va a tragar el poderoso Caballero, don Abel.