resulta estremecedor el ejemplo de entereza que ha dado la familia de Ignacio Echeverría. De hecho, no es de extrañar el comportamiento del joven, que no dudó en defender a una mujer que estaba siendo apuñalada por los terroristas con su tabla de skate, ya que de casta le debe venir... Ni un solo reproche, solo agradecimientos hasta para unas autoridades británicas que no han sabido estar a la altura de las circunstancias. Ayer, por fin, pudieron estar junto al cadáver de su hijo, velarlo antes de su regreso a España para ser enterrado. Y en unos momentos tan duros su padre fue capaz de encontrar tiempo para dar ánimos a los compañeros que iban con Ignacio el día del atentado y que se sienten responsables de su muerte...