BUENOS PROPÓSITOS

Con ocasión de un reciente comentario mío sobre la conveniencia de llamar a las carreteras de Castilla y Catabois como Avenidas, varios lectores y amigos (entre ellos el buen amigo y excelente defensor de los intereses ferrolanos como es Juan José Burgoa) me manifestaron su adhesión a mi sugerencia e incluso extendiéndola a otros puntos de la ciudad como, por ejemplo, dejar de llamar con esos desfasados nombres de Ensanches A o B y sustituirlos respectivamente, por barrio del Inferniño y de Ultramar. No cuesta nada hacer estas actualizaciones oportunas y siempre procurando que las denominaciones urbanas sean lo más perennes posible para no estar al albur de cambios por las variaciones políticas como, lamentablemente, hemos visto en numerosas ocasiones. Y hacer todo ello en un ambiente de entendimiento y cordialidad que es el que esperamos y deseamos para estas fiestas navideñas –no de invierno como dicen algunos ridículos– a todos nuestros lectores.