A Garzón, no Baltasar, sino el tal Alberto, artífice junto a Pablo, antes Pablo Manuel, “Viva la Gente Iglesias de que Unidos Podemos degenerase en Ni Unidos Podemos, que del sorpaso pasó al tortaso, no le van a dejar ser feliz ni en el día más feliz de su vida. Una conjura, seguro que movida desde las tinieblas por el demoníaco capitalismo, amenaza su boda con la doctora Anna Ruiz. El enlace iba a llenar La Rioja de políticos, pero se han empezado a descolgar y, al final, casi va a tener que echar el lazo a quienes pasen por la calle para que el salón no se quede vacío. El jefe de la legión morada y los jefecillos de sus satélites se han borrado de la fiesta; hay manifa en Barcelona y prefieren esa foto que la de la boda –mejor que te retraten con los ojos rojos por la emoción que por otros estímulos–; también varios titiriteros han renunciado a sumarse al sarao: Bardem & wife, Juan Diego Botto, el cantante Ismael Serrano... Los contrayentes tendrán al menos el consuelo de que les manden un regalo, porque si no...