Meigas coruñesas

No hay nada más coruñés que las meigas; nuestras meigas de siempre, las que animan las fiestas a lo largo de todo el año, en especial las Meigas de las Hogueras de San Juan, las mismas del verano y también de Nuestra Señora del Rosario. Ellas están ahí para que sean más lúcidas, apacibles y únicas; su experiencia aporta una dosis extra de cultura festiva a cada una de las fechas que marca el calendario. Son las Meigas coruñesas, nuestras animadoras y las más afables para que todo luzca perfectamente. Lo atípico resulta de un anacronismo sin parangón ni explicación que viene de la mano del Ayuntamiento, con los actuales regidores, que debía haber entendimiento que solo existe un camino tortuoso de espinas que no beneficia al consistorio, sino todo lo contrario. Es inconcebible la tirantez entre el Gobierno local y las meigas y que salpica a la sociedad que toma parte por sus apreciables meigas. 
San Juan no es lo mismo, ni tiene la categoría que con las meigas había. La población tiene una sobrada empatía hacía sus meigas, son parte de sus fiestas y tienen y deben actuar en ellas, pero el concejo las ignora desde su llegada al poder. ¿Cuál es el motivo de este dislate? Nadie en su sano juicio lo entiende y tampoco comparte. Que a las meigas no se les permita encender su hoguera en la noche de San Juan, cuando son las principales protagonistas de esa noche es para pensar qué pasa en el palacio municipal. La distancia entre los regidores y el pueblo es cada vez mayor por una serie de medidas que no encajan en el pensamiento del coruñés, que ama a su ciudad y que la ve abandonada. Ahora también se toman represalias contra nuestras simpáticas meigas ¿Qué motivos hay para que no puedan celebrar el San Juan como todos los coruñeses?
Tampoco se permitió a su cabalgata desfilar por el paseo de Riazor, como lo hacía con las anteriores corporaciones en la noche de la quema de las hogueras. En la Asociación de Meigas y su comisión organizadora están que arden al considerar la negativa un “revanchismo miserable” así como de “arbitrario”. Tampoco se les autorizó para que la procesión de San Juan, discurriese por la plaza de María Pita en la tarde del día 24 onomástica del santo patrón, alegando el que se trataba de espacios reservados para actividades municipales. Todo está lleno de excusas para evitar que nuestras apreciadas meigas puedan demostrar su clarividencia en la organización de fiestas populares de todo tipo frente a la dejación municipal y al decaimiento de las celebraciones que se organizan en la ciudad. Este es el cuarto San Juan en el que las meigas han sido discriminadas por la municipalidad para tan importante evento social. Los ediles se irán sin pena ni gloria y nuestras meigas volverán a lucir el brillo que nunca pedieron y se les necesita para que las fiestas de La Coruña luzcan como siempre lo han hecho. 

Meigas coruñesas

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