Constitución de 1978

En la sesión del Parlament de Catalunya del pasado martes 10 de octubre, se escuchó un argumento que, como mínimo causa perplejidad. El Muy Honorable señalaba que solo un 20 por ciento de los ciudadanos vivos habían votado la Constitución Española de 1978, o lo que es lo mismo, la mayoría no la habían votado y, por tanto su legitimidad está en entredicho. El argumento es tan simple como demagógico y pueril. La Constitución de los Estados Unidos es de 1776, así que siguiendo ese argumento, hace más de 200 años que no queda nadie vivo desde que se aprobó. La de Francia, por ejemplo, es de 1.958, por lo que los que quedan vivos son muchos menos que en España. La Constitución es un armazón jurídico destinado a constituir el pilar de una sociedad democrática y de derecho, por lo que su permanencia y estabilidad en el tiempo resultan esenciales, sin que ello impida su actualización con las reformas o enmiendas pertinentes. Una cosa es eso, y otra, utilizar argumentos absurdos para engrosar la larga lista de los que se vienen utilizando en el procés.
 

Constitución de 1978

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