La plaza de Armas

Sobre gustos no hay nada escrito, y si hay gente que opina que la plaza de Armas está mucho más bonita acementada que con árboles, nada tengo que objetar, pero la capacidad ferrolana para reprimir la realidad emerge cuando se relaciona la desaparición de su parking con el cierre de comercios en el barrio, ya que siguen medio vacíos los aparcamientos del Cantón y de la Plaza de España, distantes 100 y 300 metros respectivamente. 

No menos cierto es que aunque cada quince minutos los autobuses comunican los barrios urbanos con A Magdalena, muchos prefieren gastar gasolina dando vueltas por las calles hasta encontrar un hueco para aparcar en superficie, o que en otros barrios los alquileres comerciales son mucho más bajos, y se han abierto comercios que venden a vecinos del entorno que ya no tienen necesidad de ir al centro histórico, que no por casualidad está en una esquina de la ciudad.