Así titula El País un artículo donde cuenta la visita a nuestro país del relator especial de la ONU para la extrema pobreza. Mister Philip Alston salió escandalizado. Hay dos Españas dijo: la de la prosperidad y otra en la que un elevado número de personas vive al límite de sus posibilidades. Escandalizado como cualquiera que tenga un miligramo de sensibilidad. Y es que la recuperación económica después de los años negros de la crisis, vinieron los años (PP de Rajoy) donde las políticas económicas beneficiaban a las empresas y a las personas más ricas…. Critica duramente el aumento de la desigualdad en España como consecuencia de las nuevas políticas fiscales que permiten a los ricos pagar cada vez menos gracias a la evasión de capitales, a los paraísos fiscales. Las principales multinacionales españoles pagaron en 2016 el 12% por ciento de sus beneficios y 49 (son datos de la Agencia Tributaria) solo pagaron el 3,6% mientras la pobreza afecta al 26% de los ciudadanos, los servicios públicos se han empobrecido o, peor, se ha destinado el dinero público para externalizar la sanidad y la pobreza infantil llega al 30%; el 56 por ciento de las familias tienen dificultades para llegar a fin de mes. Mister Philip finalmente, manifestó que la pobreza es una responsabilidad política de los gobiernos y expresó satisfacción por el mensaje que lanza el gobierno español de coalición, lo que sin decirlo es una dura crítica al PP .Sumen las duras críticas de organismos internacionales sobre la corrupción en España, que cifran entre la ayuda a las cajas, el agujero de la amnistía fiscal, el dinero negro para la caja “b” de los populares, miles de millones, ¡Una paga extra para todos los ciudadanos en edad de votar!
También han criticado desde Cáritas los recortes, que tanto dañan a las familias más vulnerables, a los niños, a los jóvenes con trabajos precarios y los viejos con pensiones irrisorias.
Pero hay más diferencias entre las dos Españas. Leyes permisivas –¡no obligan, entérense!– como el divorcio, el aborto, el matrimonio homosexual y la eutanasia. Las derechas, acompañadas por la Iglesia, se oponen aunque luego se aprovechen de esas leyes. También, esta vez del brazo de las grandes empresas, torpedean leyes sociales y anuncian el caos por la subida de las pensiones o los sueldos. Son lo que Jesús de Nazaret llamó sepulcros blanqueados. Estos patriotas de pacotilla, la peor España, desprecia a los españoles.