LA abuela Carmena está preocupada por la contaminación, no es mala cosa esa –la preocupación el por el medio ambiente, eh– y ha decidido que los coches con matrícula par no puedan circular por el centro de Madrid los días pares y los de matrícula impar, los días impares. Además, para fomentar la conciencia ecológica entre los conductores, la alcaldesa ha dispuesto que quienes no respeten sus órdenes paguen una multa 90 euros. Pero más allá de la sanción, lo que preocupa en la capital del Reino es si los concejales sabrán cuáles son los números pares y cuáles, los impares. Por cierto, son los mismos en el caso de las matrículas que en el de los días.