El económico juego de palabras de un alcalde pedáneo

BEMBRIVE es una entidad de población menor dependiente del señor feudal de Vigo, el todopoderoso Caballero, don Abel. Bembrive, como corresponde a las figuras administrativas de su tipo, tiene su alcalde pedáneo, que se llama Roberto Ballesteros y es de obediencia socialista. El pobre está estos días metido en asuntos judiciales, que le pueden acarrear nueve años de inhabilitación, un mundo en comparación con la pena que le cayó a Artur Mas. El tal Ballesteros retiró la asignación que correspondía a los populares María Elena Freire y Benito Pérez por la asistencia a las juntas para tratar los asuntos de la entidad, pero él niega que fuese así y asegura ante el juez: “Yo no suspendí las retribuciones; suspendí su pago, que es distinto”. No es que no te pague, es que dejo de pagarte, ¿no?  

El económico juego de palabras de un alcalde pedáneo

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