La sonrisa de Daniel

Los que hemos visitado tantas veces el Pórtico de la Gloria, y que dimos nuestro famosos “croques”, golpes con la frente en la imagen pétrea del maestro Mateo sobre todo en épocas de exámenes para que trasmitiese su sabiduría, nos da la impresión de que ahora la sonrisa del profeta Daniel es mucho más intensa y amplia, a la vez demarcadora de que quizás muchas de las cosas que se escribieron sobre él cuando era creado por las expertas manos del genial artista creador del Pórtico, fueran ciertas.
Han sido necesarios diez años de intenso trabajo para finalizar el proyecto de conservación y restauración del Pórtico de la Gloria. Cuando la iniciativa se puso en marcha en el Programa Catedral de Santiago, muchas eran las dudas que invadían a los especialistas que formaban los distintos equipos de restauración preparados para trabajar en el monumento más visitado por los que llegan de forma peregrina a la Compostela eterna. Las dudas de lo que se podían encontrar por el mal estado de conservación de la magna obra del maestro Mateo fueron tremendas, en muchos momentos previos, y se acrecentaron cuando los exhaustivos estudios dejaron al descubierto el dramático deterioro del Pórtico de la Gloria y los lentos y difíciles tramos de restauración que eran necesarios.
Las sorpresas fueron en aumento a medida que se trabajaba sobre las maltrechas figuras del Pórtico en el que se descubrieron las distintas policromías sobre las que tuvieron que actuar con fortaleza y firmeza manos de seda en cada movimiento para recomponer lo que se pudo contemplar de manera directa, y con la cercanía visual, con los más modernos métodos de recreación de imágenes.
El color volvió a iluminar el Pórtico de la Gloria. Las figuras que lo componen parecen otras, parecen nuevas, reflejando en sus rostros, en sus manos y en sus vestimentas el colorido con el que fueron creados hace tantos siglos.
De entre todas ellas destaca el profeta Daniel, situado en una de las columnas del Pórtico. En los escritos de los expertos se dice que es un rostro pícaro, de sonrisa afable y contagiosa. Y no me puedo sustraer a una de las leyendas más repetidas que habla de que la famosa sonrisa se debe a que mira a otra talla que se encuentra frente a él con las mejillas ruborizadas: una voluptuosa mujer, que unos identifican con Esther y otros con la Reina de Saba. Los expertos califican la sonrisa pícara del profeta Daniel como la única recogida en una escultura del románico
La conservación es una necesidad absoluta. Los visitantes podrán ver el Pórtico en grupos de 25 personas. No se quiere que los males que lo fueron corroyendo en los siglos vuelvan a ser una herencia que dejemos a las próximas generaciones Los grupos de visitantes podrán observar la pícara sonrisa más clara, y más amplia del profeta Daniel.

La sonrisa de Daniel

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