Un inicio prometedor


PEPE Mel demostró que tiene piquito –“Hola, soy Richard Barral, ¿quieres entrenar al Depor? Sí. A cualquier entrenador le pones al Depor por delante y te dirá que sí!”– y que domina la puesta en escena –lucía corbata blanquiazul–, pero, por suerte para él, no sufre el problema hematológico que padecía Joaquín Caparrós, por cuyas venas corría sangre blanquiazul, según confesó él mismo el día de su presentación, y que dos años después, cuando firmó por el Athletic de Bilbao, se había transformado en rojiblanca. Si además de manejarse con soltura en la sala de prensa, Mel demuestra que sabe de fútbol, habrá que celebrar que, por fin, Tino haya acertado al elegir un entrenador. Non vai sen tempo.

Un inicio prometedor

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