Otra vez a vueltas con el puterío. Antes fue el PP, con Montoro y su cálculo del PIB, y ahora Ciudadanos, con Albert Rivera y su propuesta de legalizar la prostitución. En ambos casos, de lo que más se habla es de la pasta que genera el asunto. Albert Rivera, con su conocimiento teórico-técnico del asunto, calcula 6.000 millones anuales. Mientras Rafael Hernando, del PP, dice que la explotación sexual de mujeres, y supongo que de hombres, es ilegal, el Albert hace distinciones.
Es como si hablara de ser putas/os por cuenta ajena, obligadas/os por proxenetas y sin cotizar al Régimen General como cualquier industria, o ejercerla por cuente propia y cotizar como autónomas/os. Falta a mi juicio en este asunto un matiz muy importante que nadie trata, ni el PP ni Ciudadanos. Y es que, dado el aspecto y limitaciones físicas por edad del personal, habrá que hablar de cotización y de su edad de jubilación. Creo yo.