Donald Trump sigue haciendo méritos para convertirse en uno de los tipos más odiados del planeta. Con su maniobra de comprar todo el stock de uno de los dos únicos medicamentos que ha demostrado efectividad contra el coronavirus ha dejado al resto del mundo sin la posibilidad de adquirir el fármaco durante los próximos tres meses. Con la operación se asegura, tal como ha dicho el secretario de Salud, de que cualquier paciente estadounidense que necesite remdesivir –así se llama la medicina– pueda obtenerlo. Qué mala suerte que el Gobierno de Trum sea tan espabilado para quedarse con todas las curas pero haya sido incapaz de evitar que el virus se extienda de tal forma que haya llegado a esta situación. Ya podemos hacer piña entre países para impedir que intente una jugada similar con las vacunas. Conociendo al personaje, es más que seguro que lo intentará.