tengo hijas adolescentes. Se lo que es caminar rápido de noche mirando hacia atrás, con el miedo en el cuerpo, aunque no llevase minifalda ni labios color carmín. Que levante la mano la mujer que no ha sentido miedo en una calle oscura a altas horas de la noche… Todas en algún momento de nuestras vidas hemos desafiado a padres y madres, volviendo a casa solas de noche y por alguna calle solitaria, con el pavor a un borracho, a una pandilla (manada se llaman ahora) o simplemente a un hombre solo que nos aborde.
Siempre comprendí a la chica de la Manada. Dijo que se sintió paralizada. Una se queda quieta sin capacidad ni de gritar, ni de pegar, ni de salir corriendo como si creyera que no moverse fuese a salvarla. El miedo produce extraños comportamientos. Pero ese campo se lo dejo a los psicólogos. Vuelve el San Fermín, el de Navarra, ese donde surgió la manada, la de los cinco. Y las redes hierven llamando a vestirse con una camiseta negra. Mis amigos los psicólogos también deberían analizar esta manía de los lacitos de colores y las camisetas, una nueva forma de etiquetar al personal, si no te la pones entonces no eres de los “nuestros”. No me gustan las manadas, ni éstas y mucho menos las otras…
Como decía antes, soy madre… De esas del sermón antes de salir: “cuidado con quien vas”, “no vayas sola al baño”, “no te separes del grupo”, “mira bien lo que bebes”, etc. Por suerte San Fermín está a cientos de kilómetros de distancia y a mis hijas es una fiesta que no les llama la atención. No sé qué nos hace pensar que lo que pasó allí puede repetirse solamente ahí. Es algo así de irracional, como el gordo de la lotería que si cae en Noia vamos como posesos a comprar el número desde Lugo, por si acaso vuelve a tocar. Lo cierto es que la propia Universidad de Navarra ha realizado un estudio, encargado por el Ayuntamiento de Pamplona, para demostrar que en los San Fermines no hay más delitos sexuales que en otras fiestas populares.
La conclusión la argumenta con estos datos: entre 2004 y 2017 se han presentado un total de 74 denuncias por delitos contra la libertad sexual: 27 agresiones, 42 abusos y 5 sin clasificar. Mientras que en Valencia, en las Fallas en la misma época se presentaron 64 denuncias, en Málaga 74 y en El Pilar 52. ¿Quién da más? Sólo falta que al igual que en los 40 Principales establezcamos un ranking con las mejores puntuaciones de las fiestas en esta materia...
No sé a usted, pero a mí me parece que estamos en el camino equivocado. Más que con un informe académico y estadístico sobre las agresiones sexuales en los San Fermines, creo que los padres nos quedaríamos mucho más tranquilos sabiendo que hay refuerzo policial en las calles.
Arranca la temporada de fiestas y verbenas en Galicia. Conciertos y festivales. La repulsa callejera de negro, de violeta o de rosa está muy bien. Pero lamentablemente a los delincuentes no les paran los colores. Sólo les detienen la Policía, la Guardia Civil y los jueces.