Con un cáliz debajo del brazo

UN niño, ya sea feito na casa o in vitro, vino toda la vida de Dios con un pan debajo del brazo. Pero, ¿y si el niño nace en Vigo? Pues puede llegar con objetos más valiosos. Una mujer hacía fuerza en el paritorio del hospital Álvaro Cunqueiro intentando que el bebé asomase la cabeza. El padre no quería que le plantificase entre los brazos a la criatura según saliese del vientre materno, así que se fue a dar un paseo por el centro sanitario. Y aprovechó el tiempo. Desvalijó la capilla y se apoderó de dinero que fue encontrando por las habitaciones. El hombre ya está detenido. Si no hubiese cambiado el pan por un cáliz, le iría mejor.

Con un cáliz debajo del brazo

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