La galería José Lorenzo.La Marina ofrece una muestra de artistas españoles que tuvieron relación con París. Es el caso de Jenaro Pérez Villamil (Ferrol,1807-Madrid, 1854), del que podemos ver “La Fortaleza”, que en 1840 se instala en Paris, donde su obra, marcada por el influjo romántico y el orientalismo, recibe tal reconocimiento que se le concede la Legión de Honor. Dejando aparte los casos paradigmáticos de Picasso, Dalí o Miró, están los integrantes de la llamada Escuela de París, constituida por artistas que se asentaron allí desde principios del siglo veinte a pasados los treinta, y que, anhelosos de renovación, vivieron toda la efervescencia y el influjo de las vanguardias.
Entre estos está Francisco Bores (1898-1972), que llegó a una síntesis entre cubismo y fauvismo, aunque la obra de esta muestra es una reinterpretación de un Ticiano: “Venus recreándose en la música” de líneas académicas.
De Joaquín Sorolla (Valencia 1863-Madrid 1923),que recibe la Legión de Honor en 1906 por la exposición que le organizó en París la galería Georges Petit, se expone aquí “Cabeza de gitano”, un retrato de poderoso patetismo racial alejado del clásico Sorolla de la luz.
De Mariano de Cossío (Valladolid 1890-1960), que participó del espíritu del 98 y cuya pintura se inscribe en el retorno al orden de la Nueva Objetividad, podemos admirar un magnífico retrato de una hermosa dama con fondo de paisaje, en delicadas entonaciones de gran virtuosismo.
A un misterioso bosque, envuelto en atmósfera ocre-grisácea, nos lleva Cándido Fernández Mazas ( Orense, 1902-1942), que viajó a París en 1925 y recibió influjo del fauvismo y el art deco. Ramiro Arrue (Bilbao, 1892, San Juan de Luz 1971), que tiene museo en esta ciudad, pintó paisajes de Francia, pero sobre todo el folklore vasco, del que es un ejemplo la acuarela “Baile”.
De Ángeles Santos ( Portbou,1911-Madrid 2013), que se había iniciado en el expresionismo y el surrealismo, hay en la muestra un paisaje de su época post-impresionista. Rosario de Velasco (Madrid,1904- Barcelona,1991), a la que la Guerra Civil obligaría a huir a Francia, fue alumna de Sotomayor y algo de su maestro hay en la idílica escena de una joven pastora rodeada de sus vacas. Victorina Durán (Madrid 1899-1993), compañera de estudios de Maruja Mallo, escenógrafa y diseñadora, en 1925 recibe en París su confirmación artística. Virxilio Blanco (Forcarei (1896-1948), obtuvo bolsa de estudios para Paris y allí pudo hacer cuadros como el de Nôtre Dame, que figura en la muestra, con ecos del fauvismo de Matisse y del impresionismo. Aunque su temática es gallega, Colmeiro (Silleda,1901-1991) estuvo en la Escuela de Paris. “Ajos” de Fermín Aguayo,” Flores” de M. Mallo, un relieve en bronce de Cristino Mallo, un Paisaje en grises de Grandio, “ Escena rural” de Olga Sacharoff, unos campesinos de Pesqueira y una maternidad de Xaime Quessada completan la muestra, que permite un recorrido parcial por aquel espíritu del ya mítico París.