Solo la paz es santa

Es una de las frases importantes de las muchas que han dicho el Papa y el Imán Ahmed al Tayeb en su encuentro en El Cairo. Mi publicación anterior coincidía con la llegada de Francisco a Egipto, una tierra llena de simbolismo y en la que por desgracia, aún, están siendo asesinados cristianos coptos por grupos radicales del Isis. Como saben la Iglesia no tiene la costumbre de emitir comunicados al uso de otras organizaciones, pero por las crónicas de los enviados especiales y la secuencia en los discursos del Papa, el viaje ha sido un éxito. Ha conseguido, hacia afuera, el resultado esperado, imagino y deduzco, que no menos lo han sido las reuniones de los distintos equipos de trabajo. 
La Paz, con mayúsculas, ha sido el centro de todo. Tanto el Papa como el Imán, con estilos distintos, han sido categóricos en abogar por ella, y si juntan los discursos de cada uno, encontraran un alegato a la paz y una importante reprimenda a los estados y a las sociedades, concluyendo ambos en que la paz solo se consigue a través de la educación y desde la tolerancia y el respeto. 
Estoy seguro que la mayoría de gobernantes los han leído y espero que les sirva de librito de reflexiones. Los políticos, gobiernen o no, son los principales modelos en las relaciones con los demás, independientemente de nuestras creencias religiosas o no. 
En estos tiempos está ocurriendo que abundan los mensajes con palabras vacías, adornadas de músicas prometedoras que al final solo son ruidos que ensordecen a las personas y a base de insistir, acaban cambiando valores tradicionales por valores de interés de algunos grupos. Los gritos de populismos se oponen a la libertad del individuo y a la relación y respeto con los demás. Ojalá les sirva  lo dicho en Egipto.
Supongo con mayor razón, que los Obispos sí los han leído. Aunque intuyo que algunos lo han hecho con cierta sonrisa en tono irónico. No seré yo quien les descubra las distintas claves que contienen, pero ojalá piensen que es momento de tirar las viejas libretas de puestas en común sin poner en práctica y abrir una nueva con las hojas en blanco.
 

Solo la paz es santa

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