El próximo viernes 19 de diciembre se cumplirá el noveno aniversario de la explosión de las calderas de la fragata “Extremadura”, un incidente que se pudo y debió evitar y que terminó con la vida de un cabo y un marinero.
Las familias de los fallecidos todavía no han percibido la prometida indemnización, el jefe de Máquinas ha sido ascendido (de capitán de corbeta a capitán de fragata) y el cabo Jorge Miguel Gago Chao, que denunció valientemente la posible negligencia de varios mandos, ha sido dado de baja en el servicio activo. Unas flores depositadas anónimamente en la dársena recuerdan cada año la tragedia.
Las Fuerzas Armadas, que tienen el mérito de no ser ya percibidas por la población como un peligro para la Democracia, tienen todavía un amplio margen de mejora. El corporativismo es una lacra que impide la lucha eficaz contra los abusos y otras malas prácticas en esta institución.