Los trescientos

ues fue Sánchez, y como Iglesias le mandó un escrito con doscientos folios, él presenta uno con trescientos. Eso dijo Ábalos, que largó más que si fuera Lauren Postigo en el Corral de la Pacheca. Y largó, mirando al tendido, largo como si la cosa no fuera con Unidas Podemos, como si con los trescientos quisiera dominar las Termópilas en que Sánchez ha convertido el asunto a la portuguesa, la colaboración, o lo que carallo quiera llamarle  a eso, menos gobierno de coalición.     -Porque eso, dice el Ábalos con un par,  es como si hubiera dos gobiernos. O el nacho no sabe que es un gobierno de coalición, o se hace el tontito. Ábalos, secretario de organización del PSOE, y compinche de Sánchez en su larga marcha por recuperar la secretaría general, que parió el manual de resistencia, está haciendo oposiciones a ser vicepresidente en un próximo gobierno, porque la otra no se cosca un carajo, y él amasa las palabras más que si fuera pnadero; y dale que dale magreo a la harina. Total: Me sorprendió y mosqueó un huevo, que no hablara casi nada de la derecha.  ¿Estará intentando vendernos una pizza de chorizo, diciendo que es una empanada de bonito? Con Lauren, digo Ábalos, nunca se sabe.