Vox y Beiras

 

El pasado jueves, la prensa gallega recogía en sus titulares las declaraciones de Xosé Manuel Beiras en las que tildaba a Vox de “nazi” y se quedaba tan ancho. Vergüenza debería de darle, porque Beiras, que es un hombre de amplia cultura, sabe lo que fue el nazismo, lo que significó y las consecuencias que tuvo. Cierto es que, conociendo al líder octogenario, sabemos que no da puntada sin hilo y que sabe llamar la atención cuando quiere y a cualquier precio. Se le fue la mano porque en ese mismo acto en el que insultaba a Vox y a sus muchos miles de seguidores, anunciaba su alianza con el terrorista Otegui de cara a las elecciones europeas. 
Ya lo dije en alguna ocasión, pero lo repetiré, entre el terrorista Otegui y la víctima Ortega Lara, siempre me quedaré con Ortega Lara. Es un insulto a la inteligencia de la ciudadanía apoyar a un terrorista e insultar a un partido constitucional. Los electores que elijan la papeleta de Beiras deben de saber que en el paquete va Otegui y el mundo etarra que representa, así pues, votar a Anova en esa coalición supone votar a los etarras y sus herederos políticos. Yo no sé si es hora de reeditar “Locos egregios” de Vallejo Nájera, pero recomiendo su lectura. No es la primera vez que Beiras busca alianzas con el entorno de ETA y la reincidencia causa estupor en las mentes más sensatas de los actores políticos, pero me parece alarmante que, desde la cordura se pueda apoyar a un etarra mientras se llama nazi a quien su relación con la violencia es la de víctima. 
Un contrasentido. Es como si alguien proclamara la injusticia que sufren los que no tienen un techo desde una mansión, no sé si es bueno el ejemplo porque eso es lo que hace el amigo de Beiras Pablo Iglesias. Nada, buscaré otro ejemplo, es como si un político llama explotadores a los empresarios y contrata sin seguro y pagándole en dinero negro a su trabajador. Me temo que este ejemplo tampoco vale porque es lo que hizo Echenique, también amigo de Beiras, con su asistente. Parece que se me pone difícil encontrar un buen ejemplo, pero lo intentaré por tercera vez, es como si alguien estuviera todo el día hablando de democracia y después apoyara a un dictador como Maduro. ¡Ya la pifié otra vez! Se lo que está usted pensando y sí, el apoyo de Podemos a Maduro invalida mi ejemplo. 
En fin, sin ejemplos, seguro de que usted y yo compartimos la idea de que con terroristas ni a la esquina. No sería sincero con los lectores, si no les confesara que conozco a Beiras. No dudó en llamarme fascista en un plenario de Claustro Constituyente de la Universidad de Santiago, después lo traté un poco más en las tierras de Brión, donde somos vecinos y tiene peligro porque en el cuerpo a cuerpo es un tipo agradable, con una capacidad de convencimiento enorme y una cultura más que notable y aquí radica su mayor peligro porque si no estás muy atento, puede llegar a convencer a sus contertulios de cualquier cosa. A mí casi me convence de que Varoufakis era un fenómeno sobrehumano de la política y el salvador de Grecia. No hay más que ver cómo acabó el episodio griego para entender que no siempre, Beiras acierta en sus pronósticos. Si algún día pienso que Vox no es un partido constitucional lo diré, pero lo que sí afirmo ya es que Otegui es un terrorista condenado. 

 

 

 

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