LA UE se puede gastar millones a manos llenas en salvar a la oruga del avellano pero critica inversiones tan importantes para su territorio como lo es la del Puerto Exterior coruñés para Galicia. Lo curioso es que el mismo día que a Bruselas le da por el tirón de orejas se sabe que la dársena de Langosteira triplicó en el último año su actividad y que, además, cuenta con el respaldo de las empresas, ya que su superficie en concesión crecio más de un 50%. Hay, desde luego, mejores ejemplos de derroche.