LA Comisión Europea estudia imponer una dura sanción a España por la deficiencias que presentan las redes de aguas de algunos concellos, entre ellos el de Vigo, Santiago y Ribeira. Aun así, De Guindos puede estar contento de que los inspectores no se hayan pasado por A Coruña. Y es que el agua de la ciudad tiene que tener alguna sustancia que provoca alucinaciones a sus vecinos, que no hacen otra cosa que ver ratas que salen de los lugares más insospechados. El gobierno mareante ya ha mandado analizar el líquido elemento en busca de los posibles psicotrópicos que están provocando esta alucinación colectiva, ya que, pensarán ellos, con lo bien que hacen las cosas, es imposible que los roedores se estén adueñando de todos y cada uno de los rincones de la urbe. Los últimos en sufrir este ataque ratonil fueron los padres de Matogrande, que observaron cómo los animales campaban a sus anchas en uno de los parques infantiles del barrio. Lo curioso es que los gatos sí consiguieron erradicarlos de esa zona.