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En la calle Río Lambre, parados de frente a la entrada del Garage Rigalave, antiguo Veiga, podrá ver el viandante que en la acera, a izquierda y derecha de esa fachada, hay sendos desperfectos, añejos, de tal guisa que si un coche se detiene antes de entrar en el garage permitiendo que bajan los acompañantes, lo más probable es que alguno meta un pie en ellos.
Eso le ha pasado a mi madre, ya mayor, que fuera ya del coche y al girar para cerrar la puerta, encajó un pie en semejante hendidura de la acera que fue de narices; acérquense a verla, por favor, a ver si no es para romper un tobillo. Solo la amabilidad de un joven que la vio caer (llegando tan veloz un su auxilio como veloz desapareció, casi sin darme tiempo a darle las gracias) y mi cabreo mayúsculo, fueron testigos del incidente por lo que excuso demandar al Concello. Sin testigos y sin romper mi madre la crisma, los agujeros seguirán en su sitio unos años más. ¿Que no? En la calle Pontevedra, a la altura del gimnasio Totem, hubo fragmentos de losetas rotas unos 25 años; el tiempo que viví fuera de Ferrol. Así estaba cuando me fui y cuando volví, seguía aquello en idéntico estado, hoy felizmente reparado desde hace un año, quince años después de mi retorno. Es decir, 40 años para echar un poco de cemento y reestructurar aquello. Aunque gracias a la demora, mi padre memorizó cómo a pesar de su degeneración macular habría de sortear aquello para no caer.
Decir que en Ferrol hay losetas rotas y agujeros por doquier no es nada nuevo. Diario de Ferrol nos ilustra con foto periódicamente los variados modelos de señalización del burato, cuando la tienen. Pero la proliferación en pocos metros como sucede en el recorrido por la acera entre el Café Metropolitano, Carretera de Castilla, y el supermercado Familia, calle Pontevedra, es para darle el primer puesto del podium y pasmarse de que tratándose de un trayecto hipersaturado de viandantes, nadie rompa los fuciños y pueda empapelar al Ayuntamiento.
Pues bien; hete aquí que hará unos cuatro meses un buen día me asomo a la ventana y... ¡qué bonito! ¡qué espectáculo para la vista!, toda la calle pintada ¡qué  limpito hacía! Lástima de excrementos caninos pero esto es sólo culpa de algunos propietarios de perros, muy guarros ellos. Los propietarios.
Como un mes después, con justificada pompa y alegría se felicitaba desde estas páginas un exconcejal del PP de poder redescubrir “pasos de cebra”, “stops”, los ciertamente imprescindibles “ceda el paso”, etc. y laudando la actuación de las empresas adjudicatarias de los servicios de pintado y señalización del municipio (Tragsa) y del mantenimiento de infraestructuras viarias (Misturas SA), enumeraba los baches arreglados haciendo especial hincapié en la añada y DNI de cada uno, recordándonos el período de la lamentable coalición PSOE-IU..., no, perdón; el período en que la coalición PSOE-IU dejó la ciudad en estado lamentable... (realmente una cosa lleva a la otra y “Por los hechos les conoceréis”). Vale, bien. Total,  que acababa invitando a reconocer que este Alcalde, “tapa baches y pinta calles”.
Y yo... en llegando por la carretera de Circunvalación a la Plaza de la Constitución... juraría que los baches, después de un par de semanas disimulados con un poco de cuspes, han pasado de ser de segundo a cuarto grado, luciendo tan hondos que se agrietan hasta las llantas de aleación como no se aminore la marcha. Y del pintado, ¡qué decir! En mi calle les aseguro que la pintura no ha aguantado muchas lluvias...
Hombre, ya temíamos que estos arreglos, que permiten otro tipo de arreglos, de un año para otro hay que reponerlos; forma parte del truco y da paisaxe urbana. Como lo de abrir y cerrar zanjas... ¡pero que no aguanten ni cinco meses...! ¿Qué calidades se emplean, para qué resultado y a qué precio? Participación Ciudadana, para no ser un engañabobos y una tomadura de pelo, tiene que ser algo más que dar opción a decidir dónde se pone la maceta.
Resumiendo; que las aceras de mi barrio con el PP, con el PSOE, con el BNG, con la lamentable coalición y vuelta otra vez con el PP, siguen en idéntico estado, luciendo la misma imagen: unha merda. Y mi pobre madre con un par de muletas desde la caída, es la única imagen  nueva.

 

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