Acaba este lunes 26 la X legislatura, una legislatura que ha dejado a un país tremendamente empobrecido, con unas diferencias sociales brutales y con unas tasas de paro, véase Ferrolterra, altísimas. Los recortes sociales una vez más, nos han demostrado que no son moneda de cambio para sacar a un país adelante. El 24M empezó un cambio de etapa, y como en todas las eras, cuando se cierra una se abre otra, no hay que ser un lumbreras para darse cuenta de ello, pero como no puede ser de otra manera, siempre hay quien no acepta los cambios y calienta las redes sociales sin importar nada más que los propios egos, saltándose los estatutos, la educación y el respeto hacia los demás compañeros, sin importarles  nada más que su propio mensaje. A veces, obviamos o simplemente es desconocimiento, de que hay partidos políticos, en este caso el PSOE que tiene unos estatutos en donde existen los cargos orgánicos, a los que se debe un respecto, y que las siglas del partido siempre están por encima de todo. Nos vamos enterando a golpe de exclusivas, que penan que no las paguen porque habría gente que se forraría, hay que ser serios y coherentes con los hechos y las palabras. No eres más valiente por cargar contra una dirección política, bueno dentro de tu séquito de seguidores seguro que os hacéis la ola, pero a golpe de mentiras y engaños las cosas no funcionan, porque tarde o temprano caen por sí solas. Siento tristeza, porque es lo que se refleja en la ciudadanía harta de peleas internas, cuando lo que están pidiendo a gritos es que dejen trabajar a la nueva gente de cambio, porque de ellas dependerá su vida y la de sus hijos y que bastante tienen con su lucha diaria. No es más valiente quien más grita o patalea, son valientes aquellos que hacen de su silencio y su trabajo una bandera, aquellos que respetan lo infinito, aunque se les insulte, se les injurie, se les metan en sus vidas privadas, porque al final quien peca de barriobajeras no son más que los que consienten que se te metan en tu trabajo para que te despidan, quien deja que te amenacen, o quien deja que tu vida privada sea tema de conversación al más puro estilo de un Deluxe. Nos sobra valentía, créanme a muchos y muchas que llevamos aguantando lo inenarrable, y no somos más valientes por ir o no, hay muchos simpatizantes y militantes que nunca lo hicieron y ni una palabra más alta que otra, aunque no nos gustase lo que estaba pasando en ciertos tiempos. Así que ahora toca vientos nuevos, vientos renovados y baja una misma batuta.