Está claro que nunca llueve a gusto de todos. Y si mientras media humanidad está temblando ante el cariz belicista que muestra Donald Trump en las últimas semanas hay quien aplaude con las orejas ante los excesos verborreicos del macho alfa norteamericano. Y es que los gigantes armamentísticos han repuntado en bolsa con la tensión entre EEUU-Corea del Norte. Todas esas compañías están creciendo a dos dígitos y, lo que es más grave, los expertos consideran que los inversores deben tomar en ellos posiciones largas. Es decir, que la cosa va para largo. El otro gran referente de que la cosa económica mundial no anda demasiado bien es que las grandes fortunas del planeta se están volviendo a refugiar en el oro. Ya se sabe que, en los momentos de inestabilidad es este frío metal el que da más seguridad a quienes quieren que si estalla un conflicto, al final, sus finanzas se mantengan intactas.