AL FIN TENEMOS OBISPO

El claretiano Luis Ángel de las Heras, hasta ahora presidente de la Confer (Confederación de Religiosos), es nuestro nuevo Obispo.
“Los Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María”, conocidos como claretianos, son una orden religiosa fundada por Antonio María Claret. Su vocación, y faceta más conocida, es la vinculada a la formación en los colegios. La Orden está muy vinculada a Ferrol desde hace más de 100 años, primero con las escuelas Obreras de Bazán y hoy, con una comunidad más pequeña atienden el Santuario de Ntra. Sra. de las Angustias y el Convento de Baltar.
A Don Luis Ángel no lo conozco para tener opinión, pero tiempo habrá para ello (espero). Yo aposté a que nuestra diócesis no tendría nuevo prelado desapareciendo como tal y este nombramiento no cambia mi opinión ya que creo que si Don Luis no consigue resucitarla en un plazo razonable, el cierre llegará, situación que a mí no me hace gracia, por lo que estaré encantado de no tener razón. La perspectiva de un Obispo joven y de su formación quiere alimentar mi esperanza de continuidad.
Hay algunas claves que quiero exponer a ver si ayudan a entender el por qué de tal nombramiento. La primera es que sea un religioso y además Presidente de la Confer. No es la primera ni la única vez que nombran obispo a un religioso, pero los curas no son frailes y los frailes no son curas; son cosas bien distintas y en nuestro caso, además misionero, como le gusta definirse a Don Luis. Otra clave es que él dice ser un defensor decidido de un mayor protagonismo de la mujer en la Iglesia, en la línea teórica del Papa; aunque me queda la duda si es la mujer y el laico en general, o se refieren a las religiosas en particular. También se declara especialmente sensible por los pobres; es de agradecer que así sea y se note con hechos la lucha contra la exclusión social y no quede en caridad. Dice dar prioridad a la formación y a la espiritualidad, base del desarrollo de la comunidad; estupendo. Y otras que comentaremos. Que Dios lo ilumine y los demás le dejen trabajar. Le deseo la mayor de las suertes, que será la nuestra.

AL FIN TENEMOS OBISPO

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