CUANDO alguien se gasta 650.000 euros en una casa puede que no compre un palacio, pero tampoco una chabola. Lo malo es cuando surge un arquitecto y proclama que la vivienda es una porquería. Y no lo dice con discreción, durante una consulta particular en su estudio, sino que emite su dictamen a través de internet. Las cibercarcajadas de quienes se enteran del veredicto son estruendosas. Es lo que ha ocurrido con el chalé de Pablo, antes Pablo Manuel, “Viva la Gente” Iglesias e Irene Montero. La arquitecta y youtuber Ter lo ha destrozado. “La casa tiene un rollito rústico, pero es una horterada y tiene muchas cosas fake”; “las vigas del dormitorio son de madera, van a crujir todo el tiempo y no van a poder dormir”; “el jardín entero es un despropósito”... Seguro que Carolina Bescansa, la burguesa compostelana a la que le dio por pintar de aburrido morado una vida que iba a estar llena de colores vivos, ya está buscándole antepasados gallegos para incorporarla a su candidatura. FOTO: irene montero, claramente rendida a pablo iglesias | aec