De todo lo visto y oído en la comparecencia de Rajoy sobre el “asunto griego”, lo único que me gustó fue lo que llamó Garzón (IU) a los gerifaltes europeos: Ladrones de guante blanco. Y también lo que les dijo Joan Tardá (ERC), que les llamó: Mamporreros del capital. Lo demás: todo previsible. Quiero darles mi opinión personal del asunto en cuestión.
Tsipras fue de farol a la partida de poker, y no tuvo cojones y proponer en el referendo a los griegos salir del euro y mandar a esos cabrones al carajo. Y éstos le dijeron: cuatro y una cinco; por el culo te la hinco. Total, los griegos van a quedarse más empufados de lo que estaban, pues tanto la nacha del FMI como el nacho francés, dijeron que “las ayudas a Grecia son insuficientes”. Jamás me he sentido europeo, porque Europa no es más que una sucursal bancaria que nos tiene cogidos por las joyitas, con la moneda que llaman euro, que nos hace sus esclavos.