EL concello ferrolano se ha sacado de la manga una nueva actividad para que las fiestas no se concentren en unos pocos días de final de mes. A falta de pan buenas son tortas... de arroz. La iniciativa gastronómica y cultural tiene buena pinta y parece en su salsa. Algunos vecinos están hartos de emigrar todo el verano de la ciudad ante la falta de actividades que animen a quedarse, de modo que una buena ración de comida y algo en que entretenerse siempre es bien aceptado. La buena acogida tendrá que medirse en el número de raciones de la paella ferrolana que se consuman. En principio, están previstas unas mil. Del éxito depende que esta preparación naval se haga un hueco entre las cartas de los restaurantes locales.