La adopción produce efectos demoledores en Vigo

Los teólogos sostienen que el orden sacerdotal imprime carácter, teoría a la que deberían apuntarse los politólogos, sociólogos y demás  amantes de las subvenciones en relación con la condición de Hijo Adoptivo de A Coruña. Paco Vázquez, el coruñesismo hecho hombre, concedió semejante honor al todopoderoso Caballero, don Abel, cuando aún no era tan poderoso, por su apoyo como ministro a todos los proyectos que salían de la cabeza del alcalde de la ciudad-estado. Y ahora, pasados los años, cuando ya es todopoderoso, el hijo adoptivo va encadenando mayorías abrumadoras como las que alcanzaba su padre de adopción. Imaginárselo entre los Riazor Blues en un Depor-Celta parece difícil, pero igual con el tiempo aún presenta un proyecto para mejorar la iluminación de Riazor.

La adopción produce efectos demoledores en Vigo

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