E n 1993 la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamaba el día 3 de mayo como “Día Mundial de la Libertad de Prensa”, siguiendo lo establecido en el artículo 19 de la “Declaración Universal de los Derechos Humanos” en el que se reconoce la libre expresión y opinión de los individuos sin que puedan ser molestados en este ejercicio, añadiéndose en este año el más que justificado lema “mentes críticas para tiempos críticos” , si bien para Ferrolterra este desafío se ha valorado históricamente siempre en actitud de firme compromiso. Coincidiendo con este día 3, en el Teatro Jofre, la “Sociedad Filarmónica Ferrolana” dentro de la programación en curso presentó el concierto del ganador de la última edición del recientemente celebrado “Concurso Internacional de Piano Cidade de Ferrol”, el australiano Harrison Herman, que junto a su flamante juventud presenta el igualmente flamante historial que lo convierte en un campeón de los concursos internacionales (María Herrero, CIPCE, Ciudad de Leganés…) y que interpretó en esta ocasión un programa de enjundia, de alto nivel técnico, comenzando con un guiño a la música española de mano de Antonio Soler y su Sonata Nº 89 para continuar con la Sonata Nº 26 de Beethoven , el “artista más independiente, enérgico y sincero” –como lo definía Goethe– y las “raras bellezas” que desvelan los acordes de tres de los Preludios de Rachmaninov.
En la segunda parte pudimos escuchar la Sonata Nº 6 Op. 82 de Prokófiev, un auténtico buscador de originalidad que afirmaba: “es el deber del compositor embellecer la vida humana y apuntar hacia un futuro radiante”, algo que desde luego consigue con esta música no exenta de notables dificultades técnicas y expresivas resueltas por Herman con igual y notable acierto. Siguiendo la línea propuesta por Prokófiev, este código inmutable del arte, vayan estas líneas de hoy entre “música y libertad”.