ESTÁ la cosa muy achuchada en el Reino Unido con el chiste del Brexit que montaron entre Cameron, Corbyn y Fagare –lo de este tiene delito; era el eurófobo más eurófobo de todos los eurófobos y tras el referéndum dimitió de todos los cargos, excepto el de eurodiputado...–. Los británicos, que son raros, pero no tontos, se han dado cuenta de que enderezar la situación es tan complicado que han decidido encomendar esa tarea a una mujer. Theresa May o Andrea Leadsom será la encargada de pilotar la nave de rescate. A Alemania no le va nada mal con Merkel –lo que le ocurre a Europa con ella ya es otro cantar– así que no hay motivo para pensar que Gran Bretaña no puede superar la crisis con soltura.