LO del pacto del Partido Popular y Ciudadanos lleva camino de batir algún récord. Desde luego, se recuerdan cónclaves más rápidos. La cuestión es que quedan apenas unas horas para que concluya el plazo dado por los de Rivera y aquellos que hasta ahora se mostraban abiertamente optimistas hacia la firma del mismo, ya no lo son tanto. De hecho, cobra cada vez más fuerza que el último acuerdo que se consiga sea el de trampear de algún modo la ley para conseguir evitar el bochorno de que los españoles tengan que ir a votar el día de Navidad. Sobre la mesa el PP ha puesto una buena cantidad de millones para destinar a fines sociales. No se sabe de dónde van a salir, sobre todo teniendo en cuenta que Bruselas sigue con su mantra de los recortes, pero ahora mismo, por mucho que De Guindos se ponga histérico, lo único importante es conseguir que el pacto se firme.