ÁRBOLES MOMIFICADOS

Colapsan los Juzgados con juegos malabares. Pésimos ilusionistas imbuidos en un teatro del absurdo. Mientras, los de siempre, los perdedores, los desheredados ya mucho antes de nacer, hundiéndose en las lágrimas de la desesperanza, se pasan años en el infierno de una gris sala de espera. Ellos, los políticos, con sus autodenuncias y denuncias entre partidos, siembran los palacios de justicia de perplejidades. Saben que están fabricando historia. Una historia ya convertida en insípida y vacía de contenido. Una historia que pasará al olvido.
Cuando el tiempo, trepando por troncos de árboles momificados, desvanezca la lava del griterío de los políticos. ¿Cuántas veces lo habrán hecho intentando tergiversar la realidad de una vida? Que asoma amarga por los cuatro puntos cardinales. Directores y actores orquestando el juego obsceno de las amplias fortunas sin guión ni notas musicales en el libreto.

 

ÁRBOLES MOMIFICADOS

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