Una salida que no soluciona nada

Todavía sigue Theresa May en el cargo y ya hay una lucha encarnizada por hacerse con su puesto. Es lo que tiene la política, que podría haber asegurado el mismísimo Churchill, que en su momento, también pasó por un trance similar. El problema es que el relevo de May, forzado por su propio partido a cuenta del lío que tienen montado los británicos por lo del Brexit, no garantiza que vayan a encontrar un solución. De hecho, a estas alturas, se podría asegurar que el final del conflicto está incluso más lejos que hace apenas unos meses. La cosa parece que va para largo.

Una salida que no soluciona nada

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