EL 26-J Y LA ESTABILIDAD

El próximo domingo 26 de junio los españoles estamos llamados nuevamente a las urnas para conformar, con nuestro voto, unas nuevas Cortes Generales, capaces de formar una mayoría estable que permita constituir un nuevo gobierno. El fracaso de esta corta y fallida legislatura evidencia la postura de quienes, queriendo impedir que gobernase el Partido Popular, han sido incapaces de constituir una mayoría alternativa para gobernar España los próximos cuatro años.
Los cuatro meses transcurridos desde el 20-D hasta hoy han sido reveladores para conocer el quien es quien de la política actual y para desenmascarar a la nueva política. Pedro Sánchez ha demostrado en estos meses que sus ansias de poder no tienen límites, y que su situación interna en el PSOE es de máxima debilidad, tras el desafío de Susana Díaz por hacerse con el control del partido. En estos meses de irresponsabilidad, Sánchez ha convertido a Zapatero y a Rubalcaba en grandes estadistas, y ha hecho que muchos socialistas se avergüencen de la deriva de su propio partido. Por su parte, Pablo Iglesias ha demostrado que aquello tan poético de tomar el cielo por asalto, en realidad consistía en hacerse con la vicepresidencia del gobierno de España, el control del Ministerio del Interior, del CNI y del de Defensa. Ambiciones bien distintas a las que reivindicaban pocos meses antes desde las acampadas del 15-M. Hoy Podemos ya reconoce que es lo mismo que IU, y que por eso, irán juntos a las elecciones del 26-J.
Ciudadanos también ha descubierto en estos meses su verdadera cara. Después de apelar al voto de centro y centro-derecha durante una larga campaña electoral, Albert Rivera decidió dar sus apoyos a un gobierno socialista encabezado por Sánchez, traicionando a sus votantes, a quienes había asegurado que no apoyaría el gobierno de quien perdiese en las urnas, y demostrando que sólo el PP y Mariano Rajoy han mantenido la coherencia y han mantenido sus posiciones en todo momento. 
La legislatura fallida demuestra que solo el Partido Popular es capaz de garantizar la estabilidad que requiere nuestro país para hacer frente a los retos de futuro que no son otros más que la consolidación de la recuperación económica y la creación de empleo. Lo demás son frivolidades de la nueva política, que es de lo más viejo. 
 

EL 26-J Y LA ESTABILIDAD

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