arece que cualquiera puede grabar lo que digas a otro, cara a cara o por teléfono, y dejarte con el culo al aire ante cualquiera. Como quien lava un gayumbo, se graban conversaciones a ministros/as, políticos corruptos o no, jueces, fiscales, y hasta a quien usa ordenador con cámara. Sin olvidar al Rey demérito, con imágenes de su propia alcoba en su piso privado. Esto no está al alcance de cualquiera, y no creo que sean novatos Pero ¿quién graba todas esas cosas conocidas y, probablemente, otras que no se saben? No creo que sean unos pescaditos, y lo más preocupante es no saber a qué intereses sirven. Claro que hay que ser un petardo/a para hablar, en directo o por teléfono, con el sr, Villarejo, un tío más falso que un euro con la cara de Franco, y pensar que estás a salvo de indiscreciones. Ya hasta los jugadores de fútbol listos se hablan con mano en boca para tirar una falta. ¡No te vayas del pico!,, que te puede oír la CIA, la TIA, el agente secreto Anacleto, u otro, sea secreto o no.