Al banquillo

Por fin, el señorito del cortijo del PP ha decidido presentarse en el Parlamento para dar cuenta de las cosas traídas y llevadas en Europa con los refugiados. Casi ha habido que hacerlo a empujones del Constitucional, pero va a explicarse. Quizá no le guste que le controlen, por si le preguntan algo sobre ese nuevo asunto de corrupción Gürtel en Arganda, Miranda, o Manganda. 
Y es que, si al pollo no le va eso de controlar a sus propios elementos, que campan sin respeto por la senda del latrocinio, es comprensible que a él tampoco le gusta que le controlen, sin plasma ni cartón de por medio, porque “está en funciones”. ¡Hay que echarle cojones al ganso! Pero ¿desde cuándo ha funcionado el tipo, aparte de los recortes? Lo que procedía es recortarle el sueldo por no ser titular, y como suplente mangarlo en el banquillo de una puta vez. Pero en el de los juzgados, que gente con menos culpa está en el chiquero.
 

Al banquillo

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