VER Y ESCUCHAR PARA NO CREER

Gracias a internet, y sobre todo a mi amigo Ramón, que desde su atalaya en Cabanas rebusca en los archivos, vuelve al primer plano de actualidad una antigua declaración desde la tribuna del Congreso de los Diputados de la número dos del PP, en la actualidad vicepresidenta del Gobierno marianista, combatiendo ardorosamente la reforma laboral propuesta por el PSOE, por aquel entonces en el poder.

Ver y escuchar esos fragmentos de la actuación de Soraya Saénz de Santamaría te lleva del cabreo a la incredulidad y luego al pasmo. Es, resumiendo, ver y escuchar para no creer.

Para no creerles.

Eran tiempos, campaña electoral, con el PP convertido en el partido de los trabajadores y que nunca, nunca, reduciría el sueldo a los funcionarios, abarataría el despido ni subiría los impuestos.

Estas que voy a reproducir son las frases exactas, al pie de la letra, y se pueden ver y escuchar (aunque sea con la nariz tapada), pues circulan por youtube.

“Rechazamos –dijo con gran contundencia– este decreto en la forma y el fondo, pues será un fracaso anticipado. Es una reforma para despedir, no contratar. Se hace sin diálogo social ni acuerdo político”.

Recordamos que, por las mismas fechas, el PP y su coro mediático pedían una huelga general para “tumbar” la propuesta de ZP que además (otra vez cita literal) “está impuesta desde fuera”.

Hay otra “perla” en ese archivo que, ahora, sale a la luz. Una declaración de Cospedal (la llaman también Prosperal, por lo que ha prosperado su cuenta nada corriente) cuando, en víspera de las elecciones acusaba al Gobierno de colocar a dedo a sus simpatizantes.

Y ahora nos enteramos de que a su marido (que vigilaba, manda carafio, las cuentas de la Caja de La Mancha) y figura en los consejos de administración de tres empresas, le ofrecieron 180.000 euros por un cargo en Red Eléctrica, que dirige un destacado miembro del PP. Al parecer alguien con cabeza (dicen que Rajoy, pero me cuesta creer que la use para algo más que teñirse el pelo) le pidió que renunciara, pero aún quedan por ahí un hermano de Cospedal y varios cuñados de Montoro y Arias Cañete recompensados con dinero público por ser de la familia “marianista”.

Abochorna hasta el cabreo.

Indigna hasta el asco.

VER Y ESCUCHAR PARA NO CREER

Te puede interesar