LA CUP mantiene la imagen tradicional de Anna Gabriel, la de la mayor influencer de la Cataluña actual, que puso de moda cortarse el pelo al estilo de las nekanes. No acaba de asimilar que ahora a ella le gusta lucir look de niña pija, con melena suelta y sin flequillo. Incluso con las uñas pintadas. Y recordando lo que fue ha organizado un concierto y un cena para recaudar fondos para la exmusa antisistema, que, al parecer, tiene la tarjeta de crédito temblando. No es raro porque en el cambio de hair style ha debido de gastarse un pastón y los precios de Suiza no son como los de la peluquería de la esquina. Lógicamente en el concierto tocarán grupos zarrapastrosos y la cena será a base de pinchos morunos. ¡Qué dirá ella ahora que es más de deconstrucciones y menús degustación de restaurante con muchas estrellas Michelin?