Con esto de la diversidad sexual la tipología de las parejas ha crecido de modo exponencial hasta un nivel en el que cuesta seguir actualizado. Sin embargo, en este país, hay una pareja que lleva décadas funcionando y que amenaza con llegar hasta el día del juicio final. Se trata de la pareja de la Guardia Civil, esa que tranquiliza encontrarse cuando uno no tiene nada que ocultar y con la que, a veces, también se preferiría no cruzarse. El caso es que el Tribunal Militar Central ha confirmado las sanciones impuestas a una de estas parejas que habían convertido su convivencia diaria en una auténtica pesadilla. Según los hechos que se consideran probados, una posible detención terminó en una discusión en la que ambos agentes se dijeron de todo menos bonito. “Paleto”, “llorón” o “subnormal”, fueron algunos de los calificativos escuchados y que ahora les han costado una sanción.