Arsenio fue toda la vida Arsenio; Arsenio a secas. Que se apellidaba Iglesias fue un descubrimiento tardío. Con Manuel ocurre lo mismo. Miembro de la generación de Fran y José Ramón, mes arriba mes abajo, su carrera como jugador del Deportivo fue breve. Todo lo contrario de lo que le sucedió en el Extremadura, donde llegó a ser Dios. De vuelta a casa se incorporó al cuerpo técnico blanquiazul y fue cuando se supo que se apellidaba Mosquera. Esta temporada regresó al Extremadura, al que salvó del descenso y con el que ha ganado en Cádiz impulsando al Deportivo hacia la promoción. Habrá que empezar a llamarle señor Mosquera y tratarle de usted.